Art Direction Parque de las Esculturas

Inmerso en plena ciudad, el Parque de las Esculturas, reaparece interesante. Este lugar, consta de una dirección de arte particular que es mezcla de escultura, paisajismo y escenografía. A su alrededor y como ambientando a quien se aproxima, algunas esculturas situadas en plena calle, desconciertan al caminante, introduciéndolo en una atmósfera de arte y, por sobretodo, contemplación. Una vez dentro de sus límites, hasta el más casual de los espectadores se siente presente en una actitud de calma, admiración y apreciación artística.

En un análisis más exhaustivo, se puede apreciar claramente que existe una intención en su diseño: el parque busca romper con su entorno. A su vez busca recrear la vista, siendo un sector de pasto verdísimo, perfectamente mantenido, en medio de un paisaje extremadamente citadino de edificios altos y oficinas con muro cortina que permite reflejar el verdor de su superficie.

Irrumpiendo en esta naturaleza de verde y árboles, aparece el sendero de maicillo que guía al visitante en un recorrido difícilmente azaroso: las esculturas presentes, ya no tan nuevas, llevan a través de dicho sendero a apreciar, en el centro del parque, la más reciente escultura, una "Oda al Viento" traída de España, que conmemora la creación del lugar.

Además, la reja que delimita al parque, se encuentra construída y diseñada de forma que su disposición, aisla el paso directo de los ruidos del exterior (a pesar de ser un lugar abierto). Esto fue pensado para reforzar el concepto del rompimiento con el entorno, de manera que al caminar por el lugar, es fácil olvidar la ubicación del parque dentro de la ciudad y su ruidoso ambiente aledaño.

Por otra parte, las esculturas han sido perfectamente escogidas. Representando todo tipo de materialidades (madera, piedra, metal, plástico, etc) la muestra es lo suficientemente heterogénea de manera de que es imposible predecir que encontrará el espectador al final del recorrido. Existe, a su vez, una gran variedad de temáticas, formas y tamaños, generando cada una, un momento distinto de contemplación.

Es un lugar digno de visitar ya sea por su belleza implícita, como también porque siempre se agradece un lugar dispuesto con estilo, intención y quiebre de lo reconocido.