martes, 17 de abril de 2007
martes, 10 de abril de 2007
Tiempo al tiempo y al Transantiago
Si bien, no pretendo defender un sistema del que a ratos parecemos más victimas que usuarios, tampoco es mi intención echarle “más leña al fuego” en lo relativo a una de las más grandes, (si es que no la más grande) reformas del sistema de transporte público, realizadas en nuestro país.
En estos días de bombardeo noticiero con respecto a Transantiago, no he dejado de escuchar comentarios como: “deberíamos volver a las micros amarillas”, “hay que reestablecer el antiguo sistema”. Creo que algunos deben haber olvidado que la realidad del antiguo sistema de transporte público no era ninguna maravilla tampoco: cuando se instauró en el año 1990, el plan también enfrentó una serie de problemas: se mantuvieron los niveles de contaminación anteriores (atmosférica y acústica) y de congestión en las principales arterias de la ciudad, puesto que cerca del 80% de los recorridos pasaban por seis ejes viales, mientras los tiempos de viaje no disminuyeron como era esperado.
En una encuesta de 2002, el transporte público tuvo una calificación de 11,2 puntos en una escala de 1 a 100. Todo esto según informes del gobierno de la época, aparecidos en ese entonces en el diario La Nación. ¿Y entonces? El problema, ni solucionado antes, ni solucionado ahora, todavía.
Otra cosa es el mapa. Digan lo que digan, el famoso y renombrado mapa de Transantiago funciona. Partiendo porque, en la Antigua Grecia, se señala que “mediante la demanda de la mente se instalaban en el cerebro pequeñas representaciones simplificadas de los objetos del mundo”, me cuesta imaginar una mejor o más simplificada solución a esa necesidad de diseño.
Creo que este medio de información cumple con lo que Abraham Moles llama los “recuerdos visuales”. Nuestro cerebro opera una identificación de esas partes, o de algunas de ellas, con lo que proporciona la imagen de la “realidad visual”. Se retiene siempre una pequeña parte de la forma inicial; por su parte Joan Costa expresa que: “el lenguaje de los grafos y los esquemas tiene una cualidad didáctica específica: la de hacer las cosas imaginables y comprensibles” y siendo Santiago, una ciudad reconocida por los que son sus verdaderos usuarios de transporte público, en mi parecer, no era necesario acentuar más aún sus hitos, o sus recuerdos visuales. Es un mapa de transporte, no es un mapa geográfico ni turístico.
Sigo citando a Abraham Moles, quien dice que "los criterios de apreciación de grafismo didáctico para los usuarios son 3: por una parte la capacidad de atención disponible, la duración de la transferencia del mensaje y el nivel cultural de base". En lo personal, me bastó con sentarme una tarde a ponerle atención, y ganas de entender. Creo que mucha de la gente descontenta con el sistema, ha partido incluso por no hacerse el ánimo de tratar de leer el mapa, y peca de desinformación, alimentando el clima de pesimismo con respecto a un sistema que no debemos olvidar, no lleva más de 2 meses funcionando.
Pero tampoco se puede ser ciego: Hay gente que está sufriendo. Todos los actores deberían de ser respetuosos con eso. No es sólo un tema de frecuencias, o la cantidad de trenes y buses. Existen graves problemas de “cobertura”. Mucha gente debe caminar muchas y muchas calles para llegar a su domicilio o trabajo. Y sus obligaciones no les permiten estar haciendo varias combinaciones y siendo más claros aún, a nadie le gusta levantarse más temprano.
Pero como todo cambio, cuesta. Y cuesta más aún si nadie pone de su parte. Puede ser que en un futuro no muy lejano, no terminemos aceptando sino adaptándonos al sistema. Pero hasta entonces tratar de mirar lo positivo del cuento, no está nada de mal: caminar es más sano, poder conversar al pasear por la Alameda es muy agradable y si Ud. se siente solo, quizá entre apretujones, podrá conocer nuevos amigos en el metro.
Publicadas por Juanita Laguna a la/s 2:19 a. m. 0 comentarios
Etiquetas: Abraham Moles, Joan Costa, Mapa, Transantiago
domingo, 1 de abril de 2007
Kinder
kinder.ttf
Tipografía de 42 pictogramas (dingbats) basada en una recolección de dibujos hechos por niños pequeños, como encargo para el taller PV.
Ud. puede descargarla gratuitamente pinchando aquí
Publicadas por Juanita Laguna a la/s 11:08 p. m. 1 comentarios